Vulnera el tacto, espino,
vórtice en cuya sien el aire
deshoja el blanco inerme.
Amasa, flor de ausencia,
savia y sangre en tu tuétano
y que por él transite
el limo desde el hosco
sendero que mi mano,
herida de tu boca,
alza en sed. Que se apure
el cuerpo a cuerpo desatado
entre mi ansia de vuelo
y el rojo de ese zumo
succionado en las flores con que grita
tu corola carnal, desesperada
por detener el viento
que se lleva tus pétalos.
Autor: Felipe Fuentes García
(*) Del libro Breve territorio